Ismael García C.
Con fecha 9 de noviembre de 2012 escribí Destituyen
a Gustavo Petro, mi artículo surgía en rechazo a la medida arbitraria de
Alejandro Ordoñez, Procurador General de Colombia, que inhabilitaba a Gustavo
Petro como alcalde mayor de Bogotá, por quince años, para ejercer cargo público
por la "falta gravísima" de querer relevar con una empresa oficial a
la empresa privada que recolectaba las basuras en la capital. Fue el segundo
alcalde de Bogotá en ser destituido y, años atrás, Ordoñez también había
inhabilitado a la senadora Piedad Córdova para ejercer cargos públicos por
dieciocho años.
Petro reaccionó: Nosotros somos la generación de la
paz, mi destitución es un golpe a la democracia. Los fascistas se defienden con
fusiles, de quienes están, sin ninguna arma, rodeados del pueblo. Petro recordó
a Carlos Pizarro León Gómez, de 39 años, quien el 26 de abril de 1990, a mes y
medio después de dejar la guerrilla, fue asesinado, en un avión comercial.
Pizarro fue el tercer aspirante a la presidencia asesinado en unos ocho meses,
como Luis Carlos Galán, del Partido Liberal y Bernardo Jaramillo de la Unión
Patriótica.
Decía Petro que los fascistas y los
narcotraficantes obligaban a la gente a la movilización popular, que a Bogotá
le tocaba ser la vanguardia de los indignados que dicen basta a la trampa, al
asesinato. Vaticinó que en Colombia reinaría la paz y la democracia, el
entendimiento y el diálogo. Quieren hacer aquí una trampa para impedir la paz
de Colombia. Pretenden deshacerse de quienes ejecutamos políticas públicas que
favorecen a los discriminados. La paz es la democracia, es la justicia social y
la estamos construyendo. No nos obnubilan ni las riquezas, ni los palacios, nos
mueve la dignidad.
La comunidad internacional observó los atropellos a
la democracia por parte de los fascistas y el pueblo decidió resistir. Casi han
transcurrido 10 años, pero los votos de un pueblo con aspiraciones
democráticas, hastiado de tanto atropello y miles de asesinatos ejecutados por
los lacayos del imperialismo, reconocen el valor de la oposición férrea que en
los últimos cuatro años Gustavo Francisco Petro Urrego, ahora presidente
electo, le ha hecho al uribismo, acompañado por la vicepresidenta electa
Francia Elena Márquez Mina, una activista medioambiental, defensora de derechos
humanos, feminista, abogada y política. Estos grandes líderes sociales reciben
hoy sus credenciales y asumirán el cargo el 7 de agosto de 2022, dando Colombia
un gran paso hacia la democracia real.
Me regocijo en ello, como una visión de libertad y
progreso para toda América Latina y caribeña, cuyos pueblos merecen satisfacer
sus necesidades desde su laboriosidad responsable y solidaria con su familia y
con la sociedad toda. Valió la pena la espera.
Santa Ana, El Salvador, 24 de junio de 2022.
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Jorge Ismael
García Corleto es escritor, preside la Asociación GATO para las Artes y la
Cultura, licenciado en Psicología, licenciado en Educación, master en Educación
Superior; y egresado de doctorado en educación.
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