Ismael García C.
Cuando se nos vino encima la amenaza
de la pandemia Covid 19, la cual aún hoy nos afecta, no solo porque roba la
salud y la vida de millones de personas, con las mutaciones de la cepa
original, sino porque también afecta nuestra economía, ganarnos el pan o la
tortilla de cada día, nuestra seguridad alimentaria, atender y recibir clases
en los diversos niveles del sistema educativo, reunirnos con nuestras familias
y seres queridos sin que se vuelvan o nos volvamos un arma biológica.
Enfrentamos la pérdida de personas que compartieron nuestro espacio y nuestros
proyectos, las dificultades para elaborar el duelo y superar los traumas, la
zozobra, el sentirse inermes ante lo incierto y las perturbaciones a la
convivencia pacífica que se veía coartada por los intereses del capitalismo
desmedido, y tantas consecuencias negativas más.
Ante condiciones tan adversas no solo
las cúpulas políticas, los titulares ministeriales, las autoridades de
cualquier institución, los grandes empresarios, médicos y enfermeras, militares
y policías, profesores, transportistas -entre otros-, fueron heroicos
ofreciendo sus mayores esfuerzos; también lo fueron muchos profesionales y no
profesionales menos renombrados y destacados, que aportaron y aportan a
combatir la enfermedad, la delincuencia, el acaparamiento de productos, el
comercio desmedido con la salud y la vida, y muchas dificultades más, quienes ayudan
cotidianamente a que volvamos paulatinamente a la normalidad modificada en la
que hoy vivimos.
En las instituciones educativas hemos
atestiguado que el Covid 19 cobró la vida de compañeros de la docencia y de
estudios y retira a algunos de las aulas. El fallecimiento de un miembro de la
familia lleva a fuertes depresiones y se bajan las defensas. Incluso se sufren
pérdidas de ingresos salariales. Una compañera secretaria tuvo que retirarse
porque su organismo, afectado también por el cáncer, ya no la deja trabajar.
En el interés de reconocer el
esfuerzo por llevarnos en avance que realizaron algunos compañeros, testimonio
mi agradecimiento por mantener funcionando las labores secretariales de una de
las instituciones educativas en las que trabajo, a quien siendo técnico en
informática se desempeñó como secretario y a quien siendo bibliotecario apoyó
como auxiliar al primero desde noviembre de 2020 hasta esta hoy.
Hay quienes trabajan con resiliencia,
motivación para el avance y dan lo mejor de sí, aunque para otros sean figuras
desdibujadas.
Santa Ana, El Salvador, 1 de marzo de
2022.
……………………
Jorge Ismael García Corleto es escritor,
preside la Asociación GATO para las Artes y la Cultura, licenciado en
Psicología, licenciado en Educación, master en Educación Superior; y egresado
de doctorado en educación.
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