Tierra
que atestiguas mis pasos
me nutren
tu geografía y tu brisa fresca
me das el
calor del amor en el fuego del hogar
me
alegras al mostrarme tus maravillas
mirando a
lo alto y desde lo alto de tus montañas
desde la
belleza y la plenitud de tus regiones,
el cauce
de tus serpientes acuáticas
que en
saltos de frescura y luz abrevan tus valles.
Moto-
sierras y hachas devoran tus bosques,
las
temperaturas suben y los polos se deshielan.
Sin
barreras naturales las tormentas arrasan a su paso,
Brama el
mar y se desborda el volcán.
Hay
quienes destruyen nuestro nido
discursando
un falso interés ecológico
y
multiplican sus finanzas
olvidados
de sus semejantes y de amaneceres.
El que
solo en si piensa es insensible al dolor ajeno
Reclamo
frente en alto desde mi escenario
que las
ideas no se queden en libreto
así en
posición abierta con la cara frente al sol.
Para que
haya un nuevo horizonte
escuchemos
conscientes los lamentos de la tierra.
Frenemos
la contaminación y el calentamiento global
el que
los acaudalados no sufren en sus climas artificiales
sombríos,
taciturnos, necrófagos,
que en
medio de la bruma de gases tóxicos
destruyen
las simas glaciales,
deslavan
las montañas,
nos
privan del descanso de la frescura general,
de la
belleza y de los sueños,
nos
vuelven piezas de la maquinaria productiva,
alteran
las semillas, nos venden el agua y el aire.
Arrojan a
las aguas contaminantes químicos
¿Qué
beberán las personas del mañana?
Que mi
verso sea semilla en tierra fértil
Que lleve
a florecer la razón por la esperanza y el futuro
actuemos
descontaminando contra la muerte
en paz con
nuestro lugar en el universo.
¡La
aurora vendrá si no oscurece para siempre!
Ismael
García C.
5 de
junio de 2021
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