Ismael García C.
En esta
tercera década del siglo XXI persiste la crisis económica mundial, el desempleo
generalizado, la reestructuración de sectores productivos y la flexibilización
de las relaciones de trabajo desfavorables para los trabajadores. Estos tiempos
de crisis social profunda a la que se incluye la pandemia exigen el desarrollo
de la capacidad reflexiva y crítica de la persona mediante la educación, hacia
la comprensión del mundo político, social, cultural y natural, acudiendo
interdisciplinariamente y colaborativamente a la historia, la geografía, la
sociología, la psicología social, las ciencias políticas, la economía, la
educación, la comunicación y otras, para el estudio y promoción del cambio
social y la participación política, que potencie las capacidades cognitivas. Es
el caso de profesionales y académicos que no se limitan a su comodidad, a su
conveniencia y a su ciencia y que, por el contrario, efectúan una práctica
situada cercana a la gente, sustentada en un humanismo activo que dignifique a
las personas, especialmente a quienes les han negado tradicionalmente sus
derechos y la atención de sus necesidades elementales.
El sentido de pertenencia estimula en el
ciudadano la participación política en la discusión y demanda de sus derechos;
además, lo lleva a asumir responsabilidades y deberes. El ejercicio consciente
y activo en los procesos participativos se refleja en políticas adecuadas y
coherentes para el desarrollo local, así como promover cambios sociales que
estimulen procesos comprensivos de las dimensiones ambiental, política y
cultural, en los patrones de comportamiento de la sociedad.
La memoria colectiva dinamiza los procesos
de participación y cambio, y propicia el desarrollo de las estructuras
democráticas. Las memorias son reconstruidas y resignificadas continuamente en
sociedades complejas, a través de variados discursos y derivan de distintas formas
de participación política y social. La memoria es una forma de resistencia y
lucha política y la reconstruyen y resignifican continuamente los diversos
grupos sociales, de identidades colectivas (Castells, 2002), pertenencias y
relaciones con el lugar y con la cultura de los segmentos sociales. Las
memorias colectivas dinamizan los procesos de cambio y participación, propician
el desarrollo de las estructuras democráticas. derivan de distintas formas de
participación política y social, a la vez que fomentan nuevas formas de
participación y resistencia.
Los cambios traen nuevas formas de
participación y control social del estado, de construcción de políticas
públicas y de concientización política de los sujetos colectivos. Las
computadoras, los teléfonos inteligentes e Internet permiten seleccionar
información. Sin embargo, los vertiginosos avances tecnológicos, la
sobreabundancia de informaciones y la superficialidad con que se transmiten por
medios de comunicación tendenciosos, generan confusión y olvido y para que un
mundo mejor sea posible, es necesario un conocimiento sólido, fundamentado en
la realidad, que lleve al cambio social, en democracia y con gestión
participativa. Ante lo señalado, se
requiere compartir la información responsablemente y con objetividad, así
también medios de comunicación profesionales e iniciativas de comunicación
virtual que no desdeñen mantener informadas a las mayorías poblacionales que
por centurias han sido depauperadas de su patrimonio por las minorías privilegiadas
que se apoderaron de la mayor parte del territorio nacional, de los recursos
naturales, de la banca, de los medios de comunicación, de la educación superior
y más.
Los diputados de la Asamblea Legislativa
para el período 1 de mayo 2021 a 30 de abril 2024 tomaron posesión hoy, día
internacional del trabajo, fecha en la cual los trabajadores se manifiestan
públicamente.
La bancada de Nuevas Ideas acató el
mandato mayoritario de los electores y se ocupó desde día en trabajar para el
pueblo, más que en hacer un fastuoso acto de toma de posesión, de tal manera
que se ocupó en defender los derechos fundamentales de la persona humana, por
lo que presentaron una solicitud de la remoción de magistrados de la Sala de lo
Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, quienes han violado la
constitución de la república y atropellado las atribuciones de otros poderes
del estado. De igual forma trabajó también en el cambio del Fiscal General de
la República.
Desde un profundo análisis, que evidencia
un atinado pensamiento crítico, propusieron un decreto legislativo que retoma
el orden jurídico, la continuidad del estado de derecho, la justicia equitativa
que tienen todos los salvadoreños, cuyos trabajadores honrados serán
dignificados en nuestro país, se da un paso adelante para la transformación
social de nuestro país y se nombró a otros magistrados para que la Corte
Suprema de Justicia no quede acéfala. También se presentó pieza de
correspondencia que como las otras se analizó con dispensa de trámite y se
aprobó un decreto legislativo para separar de su cargo de Fiscal General de la
República a Raúl Ernesto Melara Morán, debido a sus vínculos con un partido
político y no haberse aplicado imparcialmente al cumplimiento de su cargo. En
la misma sesión se juramentó al nuevo fiscal.
Este importante paso pudo darse gracias a
la memoria colectiva de los salvadoreños que rechazó a aquellos partidos
políticos y a aquellos diputados que atentaron contra su alimentación, su
vivienda, su salud, su seguridad, su patrimonio, sus pensiones y otros,
avanzando hacia las transformaciones que con más de un millón de votos pusieron
a los diputados que hoy trabajan para el pueblo salvadoreño.
Por supuesto que este cambio que beneficia
al pueblo salvadoreño es rechazado por los financistas de los partidos que
defraudaron al pueblo y por los integrantes de estos partidos que están siendo
señalados por beneficiarse, permitir y hacer atropellos contra el pueblo,
retardar la justicia o aplicarla a su favor, y que ahora tratan de asustar
especialmente a los diputados de reciente ingreso haciéndoles mención de las
terribles consecuencias de las decisiones que toman hoy.
Mientras tanto ese mismo pueblo
mayoritario y paupérrimo, asombrado y conmovido, reconoce lo actuado por la
nueva bancada legislativa y celebra que por primera vez tras décadas de
promesas incumplidas la Asamblea Legislativa esté trabajando en su beneficio y
no proveerse de beneficios personales y de agasajos onerosos.
Santa Ana, El
Salvador, 1 de mayo de 2021.
……………………
Jorge Ismael García Corleto es
escritor, presidente de la Asociación GATO para las Artes y la Cultura,
licenciado en Psicología, licenciado en Educación, master en Educación
Superior; y egresado de doctorado en educación, trabaja en la docencia en el
Centro Escolar INSA y en la Facultad Multidisciplinaria de Occidente de la
Universidad de El Salvador, en Santa Ana.