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sábado, 27 de marzo de 2021

EL DÍA MUNDIAL DEL TEATRO

 

 ENTRE BASTIDORES

 

Ismael García C.


El año anterior, 2020, el día mundial del teatro fue un acontecimiento que no conmemoramos, pese a que teníamos programado ese y otros eventos que fueron truncados, pues la atención la teníamos focalizada en la abrumadora noticia de estar confinados en nuestros hogares o en salir a la calle a enfrentar la muy dura realidad de la crisis de salud a nivel mundial, una pandemia que se dijo inició en China y se extendió a saltos de continente a continente, de manera vertiginosa, arrebatando miles de vidas humanas que después se volvieron millones.

      Así es que ese 27 de marzo de 2020 no pudimos hacer nuestro humilde evento para la conmemoración de tan importante día, para quienes, desde mínimos aportes hemos contribuido a sostener la experiencia desde nuestra tímida dramaturgia, nuestros talleres o montajes y presentaciones del más bajo presupuesto en el intento de seguir expresándonos y de mantener vivo el teatro, a nuestros seres queridos y amigos, a la humanidad toda, incluidos nosotros mismo.

       Nos vimos obligados a seguir en el empeño de ganarnos la vida desde la distancia, enfrentar nuestro analfabetismo en la virtualización de los procesos laborales, educativos y de comunicación en general, para aquellos que llegamos después de la medianía de la edad a maltratar alguna computadora, a pasarnos años después del habitual teléfono móvil “frijolito” a una telefonía con aplicaciones informáticas, que no tenemos el hábito de revisar permanentemente cada mensaje que nos llega por cualquiera de las vías y medios de la comunicación informática, pese a que nos permite estar en mayor contacto con nuestras familias, muestra millones de experiencias vividas por individuos y poblaciones enteras, pero que muy poco nos deja a los que ya llevamos más de medio siglo de transitar por territorios físicos, para conocer al menos un poco más de la realidad de nuestro rinconcito, de nuestro contexto y de nuestro mundo interno.

      No quedó más salida que asomarnos al mundo tímidamente, a riesgo de quedarnos en el camino antes de tiempo o de seguir aislados, aunque las puertas físicas y las fronteras se abran como antes de la pandemia, con la limitante de siempre que el que nada tiene casi a nada realmente importante puede aspirar, un poco más que le garantice mejores condiciones de vida humana con derechos plenos y no solo obligaciones.

 

     De hecho, gatos atrapados éramos y aún somos. Y así, mediante un video que llamamos Gatos atrapados en la Red, editado por un comunicólogo, a partir de tomas realizadas con teléfono, teatralizamos parte de esa realidad que nos duele, pero que muy pocos han visto, en una población mundial que cada vez se asoma menos al disfrute de la palabra escrita, de la literatura y busca datos y placeres al instante, juegos interactivos que le roban horas a la experiencia vital de compartir con los demás,  sucedáneos que son como un refugio, un dulce, un chicle que a tiempos perdió sabor o una aspirina o un antiácido, cuando no un laxante.

      En este año 2021 conmemoramos el Día internacional del Teatro, desde nuestra casa y con poca asistencia, por bioseguridad y en cumplimiento de normas, pero ávidos de compartir un saber, un sentir, una experiencia que muestre una vez más la importancia de ponerse en el lugar de otros, de comprender desde adentro el personaje que cada quien es, cree ser o representa, para acercarnos a la persona humana, con múltiples contradicciones, con conflictos, Pero esa es la vida real y ese es el teatro, surge de contradicciones y eso da el dinamismo, eso mueve la vida y lleva a los cambios.

      La función social del teatro es mostrar la vida y provocar no solo sentimientos sino también reflexiones, las que, por muy revisadas, por muy reescritas, por muy ensayadas, por muy bien apoyadas técnicamente y publicitariamente estén nunca serán perfectas. Pero esos esfuerzos y productos de la labor humana intencionada, nos plantean y enfocan problemas con apoyo en diversos saberes y formas de hacer: filosóficos,  ideológicos, culturales, científicos y tecnológicos múltiples simbologías artísticas, tendencias de toda índole, en una síntesis que cumple objetivos cognitivos, estéticos y éticos, involucrando el dinamismo que la realidad tiene y provoca, que el humanismo enfoca, que el dramaturgo recrea, que el director planifica escénicamente con el apoyo de los técnicos y que los actores encarnan.

       Este año 2021, en que las vacunaciones contra el virus han iniciado y las vacaciones de verano son publicitadas coincidiendo con la semana santa, persistimos en el esfuerzo, compromiso y placer de seguir provocando la creatividad, inconformes, ejerciendo el derecho de practicar el pensamiento crítico, con aspiraciones de cambio pese a nuestras debilidades para legarles a los sobrevivientes de la tragedia real y a las futuras generaciones  el mundo mejor que se merecen y para ello tenemos que ejercer y disfrutar la libertad de reflejar la realidad con las diferentes simbologías de las artes. Y continuamos una vez más escribiendo y movilizando conciencias y personas para mantener vivo el teatro y la reflexión sobre nuestro papel en la transformación del mundo.

 

Santa Ana, El Salvador, 27 de marzo de 2021.



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Jorge Ismael García Corleto es escritor, presidente de la Asociación GATO para las Artes y la Cultura, licenciado en Psicología, licenciado en Educación, master en Educación Superior; y egresado de doctorado en educación, trabaja en la docencia en el Centro Escolar INSA y en la Facultad Multidisciplinaria de Occidente de la Universidad de El Salvador, en Santa Ana.

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