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martes, 9 de febrero de 2021

PROTOCOLOS PARA VOLVER A LAS CLASES PRESENCIALES

 

Ismael García C.

 

En aislamiento, las posibilidades de continuidad pedagógica y la conectividad entre docentes y estudiantes dependen al extremo de las condiciones y recursos al alcance de los estudiantes. El cierre prolongado de las escuelas impacta desigualmente en los aprendizajes a corto y a largo plazo, y más aún en aquellos estudiantes con padres de mayor nivel educativo sin tiempo para atenderlos y de aquellos con padres dedicados, pero sin el nivel educativo para apoyarlos en sus aprendizajes. La suspensión extendida de clases presenciales profundiza las desigualdades.

Esta pérdida del vínculo con la escuela en un escenario de incertidumbres tiene consecuencias en el corto y en el largo plazo, sobre todo en estudiantes de sectores más vulnerables. En lo inmediato, es probable que adolescentes hayan sustituido las tareas escolares por tareas de cuidado o actividades laborales. Por otra parte, los menores de los hogares más pobres tienen más probabilidades de abandonar la escolaridad que quienes habitan en hogares con mayores recursos.

Aunque habrá vacunación contra el coronavirus, lo más probable es que este año 2021 no se volverá al hacinamiento de las escuelas y urge planificar cómo pasar de la educación en aislamiento a una de educación con distancia social, con un retorno gradual, medidas de distanciamiento y bioseguridad, asistencia alternada y hasta intermitencia en los procesos de reapertura.

Un plan de reapertura de clases flexible y creativo debe considerar estos aspectos:

 Participación de la comunidad educativa. Los planes y la ejecución de estrategias consensuadas de reapertura favorecerán la asistencia y el cumplimiento de los protocolos.

Espacios y tiempos seguros. Identificar aquellas áreas que contribuyan a la bioseguridad en los diferentes escenarios disponibles de la institución para enseñar y aprender, contemplar medidas de distanciamiento social y de seguridad aprovechando talleres, biblioteca, patios, pasillos, y otros; flexibilizar los tiempos escolares y desconcentrar alumnos, eliminando las horas pico.

Recursos. Se requiere dispensadores de alcohol gel y de jabón, termómetros de lectura a distancia, baterías de lavamanos funcionales, mamparas para protección, cubre bocas y otros.

 Justicia educativa. La presencia en aulas mitiga las desigualdades que la pandemia agudiza, por lo que en una reapertura paulatina se debe priorizar a los estudiantes que han estado desconectados.

 

Santa Ana, El Salvador, 9 de febrero de 2021.

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Jorge Ismael García Corleto es escritor, presidente de la Asociación GATO para las Artes y la Cultura, licenciado en Psicología, Licenciado en Ciencias de la Educación, Master en Educación Superior y candidato a Doctor en Educación; trabaja en la docencia en el Centro Escolar INSA y en la Facultad Multidisciplinaria de Occidente de la Universidad de El Salvador, en Santa Ana.

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