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viernes, 12 de febrero de 2021

LAS RECUPERACIONES SIN SUSTENTO CURRICULAR

 

 

Ismael García C.

 

Ha generado malestar en los docentes que atienden asignaturas básicas en primer año de bachillerato, disconformidad que tiene una base lógica y no emocional, que sectores del ministerio de educación que intervienen en la toma de decisiones respecto al currículo educativo –y destaco ese concepto-, han determinado que los profesores mencionados, quienes atienden primer año de bachillerato deberán asumir la responsabilidad de recuperar a los estudiantes que aún no han solventado las exigencias escolares para dar por asegurada la obtención del certificado del noveno grado, pues no lograron solventar las exigencias académicas y las evaluaciones correspondientes a ese nivel que esperamos por ellos y por sus familias, que cerrarán exitosamente.

      Sin embargo, si de recuperar se trata, no se comprende por qué los docentes de bachillerato que atienden asignaturas básicas en primer año de bachillerato deberán asumir la responsabilidad impuesta de hacerlo, sin ser docentes del nivel de tercer ciclo de educación básica, sobre todo si se considera que tal proceder no ofrece garantía de continuidad educativa, liberando a los docentes de tercer ciclo de una responsabilidad que a ellos les corresponde.  

     Cabe destacar que los docentes que atienden el primer año de educación media al que aspiran legítimamente los supuestos egresados de tercer ciclo, no conocen a fondo la currícula correspondiente al otro nivel al que hacemos referencia, por muy buenos docentes que sean, no saben en qué objetivos educativos y áreas temáticas específicas tuvieron más dificultades esos alumnos que, por ahora, son casi desconocidos para ellos tomando en cuenta, además, que de momento se sigue trabajando las clases en modalidad virtual y, por otra parte,  no se sabe cómo se intentó recuperar en cuanto a los saberes a los estudiantes en referencia en el año 2020 ni con qué instrumentos de evaluación fueron evaluados.

     Esta situación es inédita y sorprendente y apunta, como en una obra de teatro del absurdo, a que un futuro las instituciones de educación superior llegarán a recibir estudiantes de nuevo ingreso sin que los aspirantes hayan solventado el bachillerato y los docentes de institutos tecnológicos y universidades deberán asumir la recuperación de esos nuevos alumnos y que de ellos dependerá que aprueben el bachillerato.

     En todo caso una cosa es recuperar y otra hacer pruebas diagnósticas al inicio de un nuevo proceso educativo, pero sin responsabilidad sobre la condición de dar por aprobado a un estudiante de otro nivel escolar.

 

Santa Ana, El Salvador, 11 de febrero de 2021.

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Jorge Ismael García Corleto es escritor, presidente de la Asociación GATO para las Artes y la Cultura, licenciado en Psicología, Licenciado en Ciencias de la Educación, Master en Educación Superior y candidato a Doctor en Educación; trabaja en la docencia en el Centro Escolar INSA y en la Facultad Multidisciplinaria de Occidente de la Universidad de El Salvador, en Santa Ana.

martes, 9 de febrero de 2021

PROTOCOLOS PARA VOLVER A LAS CLASES PRESENCIALES

 

Ismael García C.

 

En aislamiento, las posibilidades de continuidad pedagógica y la conectividad entre docentes y estudiantes dependen al extremo de las condiciones y recursos al alcance de los estudiantes. El cierre prolongado de las escuelas impacta desigualmente en los aprendizajes a corto y a largo plazo, y más aún en aquellos estudiantes con padres de mayor nivel educativo sin tiempo para atenderlos y de aquellos con padres dedicados, pero sin el nivel educativo para apoyarlos en sus aprendizajes. La suspensión extendida de clases presenciales profundiza las desigualdades.

Esta pérdida del vínculo con la escuela en un escenario de incertidumbres tiene consecuencias en el corto y en el largo plazo, sobre todo en estudiantes de sectores más vulnerables. En lo inmediato, es probable que adolescentes hayan sustituido las tareas escolares por tareas de cuidado o actividades laborales. Por otra parte, los menores de los hogares más pobres tienen más probabilidades de abandonar la escolaridad que quienes habitan en hogares con mayores recursos.

Aunque habrá vacunación contra el coronavirus, lo más probable es que este año 2021 no se volverá al hacinamiento de las escuelas y urge planificar cómo pasar de la educación en aislamiento a una de educación con distancia social, con un retorno gradual, medidas de distanciamiento y bioseguridad, asistencia alternada y hasta intermitencia en los procesos de reapertura.

Un plan de reapertura de clases flexible y creativo debe considerar estos aspectos:

 Participación de la comunidad educativa. Los planes y la ejecución de estrategias consensuadas de reapertura favorecerán la asistencia y el cumplimiento de los protocolos.

Espacios y tiempos seguros. Identificar aquellas áreas que contribuyan a la bioseguridad en los diferentes escenarios disponibles de la institución para enseñar y aprender, contemplar medidas de distanciamiento social y de seguridad aprovechando talleres, biblioteca, patios, pasillos, y otros; flexibilizar los tiempos escolares y desconcentrar alumnos, eliminando las horas pico.

Recursos. Se requiere dispensadores de alcohol gel y de jabón, termómetros de lectura a distancia, baterías de lavamanos funcionales, mamparas para protección, cubre bocas y otros.

 Justicia educativa. La presencia en aulas mitiga las desigualdades que la pandemia agudiza, por lo que en una reapertura paulatina se debe priorizar a los estudiantes que han estado desconectados.

 

Santa Ana, El Salvador, 9 de febrero de 2021.

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Jorge Ismael García Corleto es escritor, presidente de la Asociación GATO para las Artes y la Cultura, licenciado en Psicología, Licenciado en Ciencias de la Educación, Master en Educación Superior y candidato a Doctor en Educación; trabaja en la docencia en el Centro Escolar INSA y en la Facultad Multidisciplinaria de Occidente de la Universidad de El Salvador, en Santa Ana.