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miércoles, 14 de octubre de 2020

La promoción orientada en tiempos de pandemia

 Jorge Ismael García C.

      En las circunstancias en que se terminará el presente año lectivo y en relación con la promoción orientada que plantea el ramo de Educación, se debe señalar que pone la evaluación al servicio de los aprendizajes, tomando en cuenta que los estudiantes no estaban en igualdad de condiciones para dar seguimiento al proceso educativo a distancia.

      Cabe recordar que la evaluación formativa respecto a los aprendizajes en la educación a distancia, se basa en proporcionar materiales educativos a estudiar y flexibilidad de horarios -pues no siempre se puede mantener comunicación sincrónica-, y autogestión; esta última es fundamental para estudiantes y docentes, puesto que sobre la marcha surgen improvistos que se deben resolver técnicamente y con una buena dosis de iniciativa personal. 

      La evaluación estandarizada da pistas sobre los temas a trabajar en el aula, pero la evaluación formativa permite al docente orientar los aprendizajes que el estudiantado logrará al finalizar el curso. El reducir la evaluación a una nota o un número no permite apreciar los logros y mejoras de los estudiantes, ni impulsar la función autorreguladora de la evaluación en beneficio de los aprendizajes. Por estas razones, el proceso de evaluación debe estar al servicio del aprendizaje y las decisiones pedagógicas deben ser estratégicas para motivar los aprendizajes, sobre todo en esta situación de pandemia, restricciones por razones sanitarias e impacto psicosocial.

      La evaluación formativa en línea es una evaluación para el aprendizaje, no del aprendizaje, siendo fundamentales: la acción formativa que da base al trabajo; los referentes conceptuales comunes y la devolución de resultados en tiempo real. La evaluación de los aprendizajes durante la crisis toma en cuenta cuatro aspectos: la continuidad de los servicios educativos, los objetivos de aprendizaje del país; la diversidad de los y las estudiantes y las diversas prestaciones remotas de los servicios educativos.

      Es importante trabajar metodologías que permitan evaluar los aprendizajes y lograr diferentes instrumentos y componentes que fortalezcan la cultura evaluativa. Es un cambio de paradigma que cambia el foco hacia los aprendizajes del estudiantado y ayuda al profesorado a ser más efectivo. La situación ha sido desafiante para el profesorado, los estudiantes y los padres y madres de familia, que de manera muy responsable huyen de la mediocridad y buscan calidad en el trabajo.

       En cuanto al trabajo de los docentes, conviene iniciar el nuevo año lectivo con mayor actualización en tecnologías informáticas y educativas por esta vía, y con una evaluación diagnóstica inicial para conocer los aprendizajes previos del alumnado. Durante el nuevo año escolar no deberá limitarse a seguir la programación o el libro de texto del curso. Es necesario que trate de utilizar materiales y actividades intelectualmente estimulantes, que hagan pensar: es mejor clasificar que identificar, comparar que enumerar. Plantea actividades equilibradas, que permitan tanto desarrollar las fortalezas como superar los puntos débiles. 

      No sólo se debe permitir que los estudiantes aventajados muestren lo que saben y respondan a las preguntas dirigidas a la clase en general, también se debe llamar a participar por su nombre a quienes casi no lo hacen. Se requiere proponer actividades variadas. También conviene variar la manera de constituir grupos; los sobresalientes pueden ayudar a sus compañeros/as de forma eficaz, pero también necesitan a veces estar con quienes comparten sus intereses y forma de trabajar. Sin embargo, se debe evitar la competitividad y el lucimiento personal sin beneficio grupal.

      El alumnado tiene necesidades educativas, emocionales y sociales, eso requiere: aceptarlos como son; estimularlos a que desarrollen su potencial en general y no solo en lo cognitivo; dar libertad de pensamiento y creación, y ayudarlos en la planificación de proyectos y tareas; proporcionar materiales de su interés; motivarlos a resolver sus problemas sin bloquearse. Se debe mantener una comunicación fluida y efectiva a través de canales de comunicación adecuados para la cooperación y el trabajo compartido escuela-familia, adoptando las medidas y decisiones adecuadas para cada situación.

      El profesorado debe obtener y dar información clara, precisa y adaptada a la familia o al grupo de familias con el que se relaciona, lo cual requiere saber escuchar y ser comprensivo para ayudarles a tener una visión real y positiva de sus hijos o hijas. Las orientaciones han de ser tranquilizadoras, deben reforzar positivamente y expresar que cuentan con ayuda y orientación para realizarlo. Puede ayudar a reducir los miedos y ansiedades de las familias, coordinar los esfuerzos educativos, informar sobre las actuaciones educativas a realizar, etc. Promover un clima cálido y cooperativo.

      Las técnicas de grupo –incluso siendo remotas-, fáciles de aplicar y de evaluar pueden ayudar a crear un clima de armonía, que admite puntos de vista bidireccionales, distintos y complementarios, que evita enfrentamientos y persigue el bien para el alumnado, cooperando con un mismo fin.

      En la orientación, hay que incorporar iniciativas e intereses de los padres/madres, hacerles partícipes del proceso y ayudarles en la toma de sus propias decisiones.  El estudiante desde el tercer ciclo de enseñanza básica y más aún el de educación media debe participar en el proceso de toma de decisiones. A veces los adolescentes, por sus propios recursos intelectuales, tienen un mayor conocimiento de sí mismos que las personas que los rodean.

      En razón de lo anterior, es muy importante que los estudiantes comprendan la responsabilidad con la que deben tomar la oportunidad de ser promovidos y de matricularse de manera condicionada en el siguiente año del correspondiente nivel escolar, pese a que experimentaron dificultades para conectarse con el proceso educativo por falta de recursos tecnológicos para la conectividad o por falta de recursos personales suficientes para manejarse bien en un proceso no habitual que se prolongó. Dichos estudiantes no reciben un salvoconducto o un cheque en blanco, deberán solventar las tareas que se requieran para superar las áreas deficitarias en relación con los aprendizajes prioritarios del año escolar que concluye y que requiere para sus aprendizajes futuros.   

 

Santa Ana, 14 de octubre de 2020

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Jorge Ismael García Corleto es escritor, presidente de la Asociación GATO para las Artes y la Cultura, licenciado en Psicología, Licenciado en Ciencias de la Educación, Master en Educación Superior y estudiante de tercer año de Doctorado en Educación; trabaja en la docencia en el Centro Escolar INSA y en la Facultad Multidisciplinaria de Occidente de la Universidad de El Salvador, en Santa Ana. 

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