Ismael García C
En la historia humana, en cada
contexto y condición histórico-social-económica, millones de personas han
adquirido obligaciones y han debido cumplir compromisos de acuerdo con los
roles que les tocó desempeñar en los diversos aspectos y agrupaciones de las
cuales se forma parte, ya se trate de la pertenencia a una familia, a un grupo
de amigos, a una asociación civil, a una institución, a una empresa y otros, en
los cuales se actúe como jefe, como líder grupal o como integrante.
Las acciones que se realicen al
interior de toda agrupación o las que se establezcan con otras agrupaciones
benefician o perjudican al grupo de pertenencia, pero cabe recordar que algunos
grupos son referencia para el accionar de otros.
En el transcurso de la vida humana
se adquieren compromisos que fortalecen la responsabilidad y que van forjando
el carácter y la madurez. Quienes han contado con la posibilidad de
posicionarse socialmente o económicamente en espacios y estatus favorables, aún
más si han ascendido socialmente por la vía del estudio, deben recordar que
todo el esfuerzo y dedicación puesto en el empeño de prepararse aporta a una
vida ciudadana responsable, de derechos, deberes y obligaciones. Estudiar
implica respeto de las normas, disciplina personal, dedicación y desarrollo del
pensamiento crítico.
El ámbito laboral tiene normas que
deben acatarse no solo en términos de contratos, pues toda empresa tiene
obligaciones que corresponden al área específica de instituciones estatales,
que velan por que se cumplan las regulaciones pertinentes. Quienes culminan su formación
universitaria, son juramentados durante el acto de graduación para formalizar
el compromiso social que se adquiere con la sociedad a la cual se va a servir
profesionalmente, entendiéndose que la educación que se recibió, a la que se
tuvo el privilegio de acceder, en un contexto económico desfavorable, se
retribuye más allá de los agradecimientos y dedicatorias expresados en los
informes de tesis.
Los ciudadanos esperan una labor
realmente profesional, y con sentido humano, por parte de los profesionales que
los atienden. En tal sentido, no basta solo haberse preparado para ejercer una
profesión, es necesario honrarla cumpliéndola bien, con el más elevado sentido
ético, especialmente si se recuerda que muchos graduados no tendrán
oportunidades de trabajo. Por otra parte, los profesionales deben analizar el
contexto en el cual se desempeñan, las diferentes situaciones y condiciones en
las que deben actuar, para así asumir los desafíos y los compromisos, pese a
las dificultades, a los rechazos, a los detractores y a las manipulaciones
oportunistas que surgen en subculturas tóxicas de una sociedad competitiva.
La voluntad humana, acompañada de
la motivación personal y la convicción de que la humanidad merece algo más, sin
olvidarse de la moral y la sana convivencia lleva a desarrollar en el ser
humano la capacidad para enfrentar dificultades, manteniendo el sentido
positivo de su vida no solo en función personal sino en función social.
La frustración se impone cuando no
hay voluntad de sentido, situación que perjudica la salud mental. Buscarle
sentido a la vida, es contar con un proyecto personal y a la vez social que
justifique la existencia. Hay personas que pierden el sentido de su vida y
alivian el estrés resultante de no poder resolver sus dificultades con
paliativos o placeres sucedáneos, al grado de que presentan manifestaciones
vicarias de sus malestares y pueden terminar atrapados en adicciones. Ante esto
se requiere capacidad de afrontamiento y resiliencia. Pero también es necesario
el compromiso con la familia, con la pareja, con el trabajo, con la
organización, con la profesión, con el arte, con el deporte, con la ciencia,
con la academia, con la sociedad, entre otros.
El ser humano contrae
responsabilidades y el compromiso de cumplirlas en diferentes contextos. Ser
comprometido implica responsabilidad, disciplina, preparación, trazarse un
objetivo, actuar altamente motivado hacia una meta y alcanzarla. Las personas
comprometidas planifican sus actividades y las cumplen, no por el interés
egocéntrico de lucirse ante otros, de exhibir sus capacidades y logros, sino
por la pasión que se genera en su interior y que lo lleva a la autorrealización
personal. El interés social, de acuerdo con
Alfred Adler, se refiere al impulso en la naturaleza humana para adaptarse a
las condiciones del medio social. Se expresa de manera subjetiva en la
conciencia de un individuo de tener algo en común con otras personas y ser uno
de ellos. Se expresa en forma objetiva en la cooperación con los demás hacia el
mejoramiento de la sociedad humana.
El ciudadano responsable respeta y
cumple el ordenamiento jurídico, respeta a los otros ciudadanos, no perturba a
los demás, cumple las normas comunicacionales y preserva el medio ambiente. El
compromiso ético, con uno mismo, permite lograr el desarrollo y
perfeccionamiento personal y profesional, función o actividad. Los códigos de
ética profesional tributan al desempeño digno y respetuoso de la profesión. El
compromiso personal es un valor, un proceso interior que impulsa al ser humano
a lograr sus objetivos hacia la plenitud de la vida, disfrutando lo que se
realiza.
El deseo de autorrealización está
motivado por la búsqueda individual que lleva a cumplir una serie de
expectativas y a responder preguntas que marcan un determinado momento
existencial. La autorrealización involucra todas las áreas del desarrollo
humano. La autorrealización es la culminación de la satisfacción de las
necesidades humanas, es la mayor necesidad psicológica del ser humano. Consiste
en desarrollar el potencial humano: aceptarse a uno mismo, relacionarse de
manera saludable con los demás (con empatía, honestidad y asertividad), saber
vivir el presente con felicidad. La autorrealización es la satisfacción de
haber logrado una o más metas personales y considerar que las decisiones y
acciones realizadas libremente fueron las correctas.
Santa Ana, 10 de octubre
de 2019. En el Día del Psicólogo salvadoreño.
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Jorge Ismael García Corleto es escritor, presidente de la Asociación
GATO para las Artes y la Cultura, licenciado en Psicología, licenciado en
Educación, master en Educación Superior, estudiante de doctorado en educación, trabaja
en la docencia en el Centro Escolar INSA y en la Facultad Multidisciplinaria de
Occidente de la Universidad de El Salvador, en Santa Ana.