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martes, 24 de octubre de 2017



EL COMPORTAMIENTO ÉTICO EN EL SIGLO XXI

                                                                                                                                Ismael García C.

Las teorías respecto del comportamiento ético de las personas que aspiran a la consolidación del socialismo del siglo XXI están aún en construcción y comprenden ideas surgidas en condiciones históricos sociales específicas, que vivieron los pensadores y los luchadores sociales de tiempos anteriores, así también de lo que viven los pensadores sociales y luchadores sociales de hoy. Acá pasaremos revista a algunas de ellas, y a los intentos de construcción de un código de ética que pueda orientar el comportamiento ético latinoamericano descolonizador.
Marx plantea enunciados de contenido moral en su teoría de la enajenación del obrero en los Manuscritos de 1844, y en los Manuscritos de 1857/58 conocidos como Grundrisse, los cuales constituyen la primera redacción sistemática de El Capital, al criticar la usurpación por parte del capitalista del tiempo libre que crea el obrero. Marx retoma esto en sus últimos escritos, la Crítica del Programa de Gotha, su visión de la sociedad desenajenada, comunista, articulada, en relación con la distribución de los bienes producidos: conforme al trabajo aportado, en la primera fase de esa sociedad, y en torno a las necesidades de cada individuo en la fase superior, o comunista. 
En su informe al XXI Congreso del Partido Comunista, Kruschov (1959), subrayó:
 “Debemos desarrollar, entre el pueblo soviético, la moral comunista, en cuya base se encuentra la lealtad al comunismo y la enemistad sin compromisos hacia sus adversarios, la conciencia del deber social, la participación activa en el trabajo, el cumplimiento voluntario de las normas fundamentales de la vida humana comunal, la ayuda mutua propia de los camaradas, la honestidad y la veracidad, y la no tolerancia a los perturbadores del orden social”.
El código moral del constructor del comunismo se planteó en el proyecto de estatutos del PCUS de 1961, y en el Diccionario soviético de filosofía (Rosental-Iudin; 1965) se afirma:
 “El código moral del constructor del comunismo incluye en sí el principio de la elevada conciencia del deber social, la intolerancia frente a toda infracción del mismo. El cumplimiento del deber llena de sentido la vida y el trabajo del individuo, proporciona la más alta satisfacción a la conciencia”.
Ernesto Che Guevara, en el “Sistema presupuestario de financiamiento” (1964), en relación con la formación de las tradiciones de trabajo y su relación con normas, recompensas y castigos, plantea que: “va creando en el obrero la idea general de la cooperación entre todos, la idea de pertenecer a un gran conjunto que es el de la población del país; se impulsa el desarrollo de su conciencia del deber social.”
Adolfo Sánchez Vásquez, Erich Fromm, Herbert Marcuse y Eugene Kamenka, teorizan sobre el vínculo entre socialismo, marxismo, humanismo y libertad. Enrique Dussel (1998), señala que:
La Ética de la Liberación no pretende ser una filosofía crítica, se trata de una filosofía cotidiana desde y favor de las inmensas mayorías de la humanidad excluidas de la globalización, en la normalidad histórica vigente presente. (Ética de la liberación en la edad de la Globalización y la exclusión, pág. 15)
En la República Bolivariana de Venezuela, el Socialismo del Siglo XXI, está expresado en el Primer Plan Socialista (PPS) de la Nación y su primera línea estratégica es la Ética Socialista, en ella se plantea la superación de la ética capitalista a través de la conciencia revolucionaria que transforme la sociedad, objetivo que demanda: garantizar un trabajo creador y productivo, valores éticos referidos a la solidaridad humana, la realización colectiva de la individualidad y la satisfacción racional de las necesidades fundamentales de la población.
Lo anterior obliga a enfrentarse al capitalismo neoliberal, individualista, a la codicia personal o afán de lucro desmedido de bienes y riqueza monetaria, que favorece la consolidación de una subcultura de la corrupción y el soborno. En consecuencia se debe resistir y combatir la violencia psicológica y material impuesta por el capital y las superpotencias económicas-militares y políticas detentadoras, incluyendo a las mega empresas multinacionales y nacionales que controlan los engranajes de la industria mediática, para implantar su visión del mundo, sus marcos referenciales, sus ideales y configurar pautas de comportamiento social, actitudes a asumir, patrones de consumo, gustos, modas, en quiénes y en qué se debe creer y soñar, al grado de que otra manera de pensar y de proceder es rechazada por contrariar el crecimiento bajo estándares precisos y hacen creer a la generalidad de las personas que un mundo mejor solo es posible en un más allá metafísico.
El Proyecto Ético Bolivariano debe superar la miseria y la pobreza material y espiritual que garantice el comportamiento ético; la construcción de un Estado ético, del cual se sienta parte el ciudadano y cuyos funcionarios trabajadores, honestos, eficientes, cercanos al pueblo, lo motiven a ser ético; la civilidad, por la que los ciudadanos se responsabilizan de la vida pública, sin estratos sociales; una institucionalidad equitativa que haga justicia con apego al derecho; tolerancia activa militante en la convivencia entre distintas religiones,  culturas y concepciones de la vida. Pero hay antivalores y vejámenes que no pueden tolerarse, para que la impunidad no se vuelva normal.
La realización del Socialismo del siglo XXI requiere la refundación ética y moral de las naciones; la de Venezuela se cimentaría en la “fusión de los valores y principios más avanzados de las corrientes humanistas del socialismo y de la herencia histórica del pensamiento de Simón Bolívar”.
El Primer Plan Socialista (PPS), además del texto constitucional del año 1999, explicita la “conciencia de los derechos humanos” en todas sus generaciones. También se refiere a la conciencia revolucionaria, retomando que el “Che” Guevara dice que “el revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor”.
Se habla de corresponsabilidad ética y moral sin colocar al colectivo por encima del individuo, porque todos somos ética y moralmente responsables de los hechos sociales. La pobreza, no es solo el problema del otro o del Estado, sino que es el problema de cada ciudadano. De la conciencia de que el ser humano solo puede realizarse en los otros seres humanos nace el sentimiento de solidaridad. El ser en sí no tiene sentido de trascendencia histórica, si no se pasa a ser un ser para sí, creando y produciendo para beneficio de todos.
Cabe advertir que aún queda por delante un largo trecho entre la teoría y la práctica en cuanto al comportamiento ético, especialmente en lo que respecta a la lealtad, la probidad, la justicia y el respeto a la democracia que deben mostrar, especialmente, quienes ostentan cargos de relevancia política, social, educativa y religiosa, a fin de que no modelen comportamientos negativos, contrarios al desarrollo de una cultura de convivencia plenamente inclusiva y humanista.  

Santa Ana, El Salvador, domingo 22 de octubre de 2017. 
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Jorge Ismael García Corleto es escritor, presidente de la Asociación GATO para las Artes y la Cultura, licenciado en Psicología, y en Educación y master en Educación Superior; trabaja en la docencia en el Centro Escolar INSA y en la Facultad Multidisciplinaria de Occidente de la Universidad de El Salvador, en Santa Ana.

viernes, 13 de octubre de 2017

Participacion de Ismael Garcia en un evento de la UES FMOCC


De izquierda a derecha, Lázaro Humberto Viera (Doctor en Ciencias Pedagógicas y Máster en Informática), Med Ismael García Corleto,(Docente, escritor y poeta salvadoreño), Emmanuel Tornés Reyes (Escritor y crítico literario cubano), Roberto Gutierrez, (Coordinador de la Maestría en Literatura Centroamericana Facultad Multidisciplinaria de Occidente). Importantes académicos reunidos en nuestro país para impulzar el Programa de Doctorado en Educación y Maestría en Literatura Centroamericana.

lunes, 9 de octubre de 2017





CARTA AL CHE GUEVARA
A CINCUENTA AÑOS DE SU ASESINATO

Ismael García C


Ernesto Guevara de la Serna, nos dirigimos a ti, que naciste en Argentina, en tu calidad de estudiante dedicado, de viajero en motocicleta por tierras latinoamericanas y centroamericanas, de médico altruista, de ávido lector, de escritor y de poeta, de reportero para agencias de noticias, dispuesto a dejar apuntes de su realidad, no solo en lo político sino también en los deportes y la cultura, de internacionalista, de arriesgado guerrillero, de trabajador, de ministro cabal, de indomable revolucionario, de eterno comandante.
Nos dirigimos a ti, Che, que fuiste mundialmente conocido por tu austeridad, disciplina y desinterés en los privilegios, poseedor de una juventud fijada para siempre en imágenes físicas y virtuales y en la memoria de los seres humanos que creen en la humanidad por encima de la ambición, de la posesión de riquezas materiales a través del saqueo y demás formas bárbaras de aprovechamiento del hombre por el hombre.
Recordamos que enfrentaste heroicamente la muerte honrosa tras la última persecución multinacional de un enemigo muy numeroso y con cuantiosos recursos, fuiste herido por las balas disparadas por las manos de los malos hijos de Latinoamérica que trabajaban como esbirros de los oligarcas y de los gobiernos serviles al imperialismo más ominoso y guerrerista del planeta, el cual beneficia hasta ahora a los pocos que están más podridamente millonarios y que están acabando con los recursos naturales.
Dejaron parte de tus restos mortales en la tierra de Bolivia, y quisieron borrarte de la memoria histórica, espantando con los más sanguinarios y enfermos actos violentos, apoyados en multimillonarias campañas mediáticas que presentan como obsoletos y terroristas a quienes luchan por la igualdad de oportunidades en un continente y en un mundo tan estratificado, mientras maquillan y disfrazan de superhéroes a sus mercenarios, sus asesinos a sueldo, así ocultan sus oscuras intenciones y sus abyectos procedimientos para aniquilar a los humanistas.
Hoy, a cincuenta años de tu siembra, venimos a recordar tu labor y tu gran talante, agradecidos y orgullosos de tu entrega, con la libertad que nos brindan las artes literarias de tal manera que nos permite expresarnos henchidos de emoción y sin que quepa duda sobre la postura ideológica que nos sustenta, que vale la pena emularte, especialmente en el compromiso social que asumiste por la causa libertaria a favor de todos los pueblos oprimidos del mundo, en el camino que trazaron Simón Bolívar y José Martí.
Hay muchos que te imitan mal, que te toman como icono en sus atuendos y citando frases que tus expresabas y que en vez de actuar con la independencia identitaria que también se necesita para identificarse con nuestra América y con los aportes culturales en todos los órdenes que le han hecho y le hemos hecho a la identidad latinoamericana de cara a un mundo que enfrenta las nuevas formas del colonialismo, se vuelven un híbrido ecléctico de imágenes, modas y teorías cual venta ocasional de souvenirs.
Nuestras palabras no muy bien reflejan estas ideas que muchos otros grandes pensadores antes que nosotros ya expresaron, pero no quisimos faltar a esta cita en tu honor, desde la lejanía física y a la distancia de décadas, para expresarte la admiración que por ti sentimos, el dolor inmenso de que nuestros pueblos aún tengan mucho que caminar para vencer la detentación del hombre por el hombre, en sus múltiples formas, desde los embelesos aparentemente más inofensivo, el consumismo desmedido, los estupefacientes más poderosos, la usura, el chantaje y las extorsiones, los bloqueos económicos, los cercos mediáticos y militares, la confinación en territorios sin acceso a recursos, los encarcelamiento, las desapariciones y el asesinato de quienes defienden sus derechos, la desestabilización de los gobiernos que no les rinden vasallaje, la invasión mediante coaliciones militares apoyadas por la OTAN, la instrumentación de organismos internacionales como la ONU, la unión europea y la OEA.
Aquí seguimos, dispuestos a seguir el camino de los cambios revolucionarios, convencidos de que la historia no se hace rumiándola desde la voz de los conquistadores y de los vencedores, sino desde los esfuerzos y planteamientos descolonizadores de aquellos que comprenden que no solo no se gana aquella lucha que no se hace, sino que tampoco se puede triunfar sin un plan de acción común, sin estrategias que nos unifiquen para ejecutar tácticas propicias al terreno en que nos toque luchar, ya sea este ideológico, político, económico, ambiental o social.    
Dispuestos a seguir en tu memoria y en memoria de todos los que murieron combatiendo y anhelando el cambio, que también han muerto y siguen muriendo millones de personas en el planeta que no cuentan con seguridad económica, social ni sanitaria y que hoy enfrentan, además, la construcción de muros fronterizos, para evitar su migración en búsqueda de oportunidades mínimas de supervivencia, después de verse afectados por la exclusión social, la discriminación de toda índole, las hambrunas, las guerras y la violencia desmedida que diezma a la población en números que crecen día a día.
A ti que llegaste a ser declarado cubano por nacimiento, desde El Salvador te decimos que la ola de justicia reclamada a la que tú te referías en la ONU, el 11 de noviembre de 1964 sigue avanzando pese a que en el camino encuentre todo tipo de obstáculos, y que hay millones de latinoamericanos y caribeños cansados de las continuas afrentas que sufren los intentos democráticos de solventar las necesidades reales de la población.
Cuando tú anticipaste lo que ocurriría debiste alejarte de tu familia, cambiar tu identidad para evadir los controles del imperialismo e impulsar la lucha hasta ser acorralado en la quebrada del Yuro y morir ante las balas de quienes mandaron a matarte y te asesinaron sin darte la oportunidad de defenderte ante los tribunales de justicia por muy pocas expectativas de triunfar en el plano legal, que está diseñado para uso y beneficio de los gobiernos dictatoriales de turno en América Latina.
Convencidos de que este homenaje merecido no te lo damos solo quien escribe y otros gatos, y esperando que los políticos que se supone que nos representan piensen y actúen con toda honestidad y transparencia en beneficio de la patria y por obvio que suene: de su población; conscientes de que el enemigo es el imperialismo, sus ideólogos, sus leyes, sus instituciones, sus instrumentos y sus incondicionales esbirros, también nosotros con Fidel te decimos: ¡Hasta siempre, comandante!
Santa Ana, El Salvador, lunes 9 de octubre de 2017.                                             
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Jorge Ismael García Corleto es escritor, presidente de la Asociación GATO para las Artes y la Cultura, licenciado en Psicología, y en Educación y master en Educación Superior; trabaja en la docencia en el Centro Escolar INSA y en la Facultad Multidisciplinaria de Occidente de la Universidad de El Salvador, en Santa Ana.