Tu
cuerpo fue nido antes del abrigo familiar
Diste el néctar de tu pecho y tu calor
la dulzura de tu voz y tu sonrisa de ángel
tus manos-caricia y tu paciencia iluminada
tu resistencia al desvelo por cuidar y amar,
dejar crecer y ser más allá del hogar
a soñar, pensar y volar por un mejor futuro
a cantar a pesar de los pesares Adelina.
Diste el néctar de tu pecho y tu calor
la dulzura de tu voz y tu sonrisa de ángel
tus manos-caricia y tu paciencia iluminada
tu resistencia al desvelo por cuidar y amar,
dejar crecer y ser más allá del hogar
a soñar, pensar y volar por un mejor futuro
a cantar a pesar de los pesares Adelina.
Tempano
nos levantabas para echarnos a andar
trabajabas en casa hasta ser la última en descansar.
Tu trabajo brindó alimento
tus narrativas y tu ejemplo enseñaban
con el modelaje del amor y tu devoción.
y hacías sentirse bien a los demás.
Fabricante de esperanza, brindabas tus palabras,
con verdad, con justicia y confianza.
trabajabas en casa hasta ser la última en descansar.
Tu trabajo brindó alimento
tus narrativas y tu ejemplo enseñaban
con el modelaje del amor y tu devoción.
y hacías sentirse bien a los demás.
Fabricante de esperanza, brindabas tus palabras,
con verdad, con justicia y confianza.
Me
enseñaste a vestir a mis personajes
me dejaste avanzar por mi camino
laboriosa mujer emprendedora
Te recuerdo con amor, hermosa señora,
a quien a los 14 años le escribí un poema
iniciando las andanzas hacia mi vocación.
A mis diecinueve años gozaba tenerte
Como presintiendo tu pérdida inesperada
Y ya no compartimos quesadilla y chocolate.
me dejaste avanzar por mi camino
laboriosa mujer emprendedora
Te recuerdo con amor, hermosa señora,
a quien a los 14 años le escribí un poema
iniciando las andanzas hacia mi vocación.
A mis diecinueve años gozaba tenerte
Como presintiendo tu pérdida inesperada
Y ya no compartimos quesadilla y chocolate.
Me apoyabas,
reconfortabas y perdonabas,
Cuando me ausentaba me esperabas
Y no preguntaba nada, ¡Oh madre querida!
Diste amor sin ninguna condición.
El amor de una madre enseña a resistir,
dando al mal tiempo buena cara
resiliencia que compartieron tú y papá
Me honraron con su amor y escribo a su memoria.
Cuando me ausentaba me esperabas
Y no preguntaba nada, ¡Oh madre querida!
Diste amor sin ninguna condición.
El amor de una madre enseña a resistir,
dando al mal tiempo buena cara
resiliencia que compartieron tú y papá
Me honraron con su amor y escribo a su memoria.
Ismael
García C.
10
de mayo de 2022